La nómina de entidades financieras que han necesitado intervenciones públicas para mantenerse en pie no para de aumentar desde que estalló la crisis de las hipotecas basura.
Northern Rock. En septiembre de 2007 el banco hipotecario británico tuvo que ser rescatado por el Banco de Inglaterra ante la falta de liquidez.
Bear Stearns. La Fed respaldó la compra de Bear Stearns por JPMorgan el 16 de marzo.
Lehman Brothers. El banco estadounidense quebró el 15 de septiembre al no recibir ayuda.
AIG. La Reserva Federal decidió el 16 de septiembre evitar la quiebra de la mayor aseguradora prestándole 60.049 millones de euros.
Fortis y Dexia. Los Gobiernos de Bélgica, Holanda y Luxemburgo se vieron obligados a fines de septiembre a nacionalizar el mayor grupo de banca y seguros belga, Fortis, con una aportación de 11.200 millones de euros. Pocos días después, el banco franco-belga Dexia fue rescatado.
Hypo Real State. El banco hipotecario alemán esquivó la bancarrota el 29 de septiembre al obtener una línea de crédito de 35.000 millones con el aval del Gobierno federal.
HBOS, RBS, Lloyd's. Londres puso 550.000 millones sobre la mesa para inyectar capital en los principales bancos británicos.
UBS. El Gobierno suizo apostó a mediados de octubre por adquirir 44.000 millones en activos al mayor banco del país.
ING. Holanda inyectó el 19 de octubre 10.000 millones para estabilizar la entidad bancaria.
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