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En tres meses y medio, el Tesoro afrontará la prueba más importante de la primera mitad del año. El 30 de abril tendrá que devolver más de 15.000 millones de euros en bonos. Se trata del vencimiento más voluminoso de 2011, solo comparable a los de julio y octubre. Tras estas devoluciones, tendrá que emitir nueva deuda. Y será en esas subastas cuando España compruebe su capacidad para convencer a los inversores de que apuesten por la sostenibilidad de sus finanzas.
Este calendario es el que lleva a decir al Saxo Bank que mayo será crucial para saber si España necesitará dinero de Europa o no. La entidad danesa se muestra más pesimista respecto al futuro de Portugal, cuyo rescate considera "inminente". El banco añade en un informe que la caída de Portugal no tiene por qué arrastrar a España.
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